Escocia es un destino ideal para recorrer en coche. La escénica belleza de sus paisajes, las facilidades en cuanto a carreteras, alojamientos y rutas, la posibilidad de complementar grandes ciudades con castillos aislados o parajes naturales de gran belleza, y las dimensiones del país, perfecto para visitar en una semana o incluso menos días, hacen de Escocia un lugar idóneo para conocer en automóvil a tu ritmo. Eso sí, ¡recuerda conducir por la izquierda!
¿Cuál es la ruta ideal para recorrer Escocia en coche? ¿Qué sitios no puedes perderte? Estas son las seis paradas imprescindibles en tu viaje en coche por Escocia.
1. Historia en Edimburgo
La capital de Escocia es una de las ciudades más bonitas y mejor conservadas del Reino Unido, y el mejor punto de partida para un recorrido en coche por este país británico. Supone todo un viaje en el tiempo pasear bajo la impresionante silueta del castillo de Edimburgo, que domina la ciudad desde el siglo XI; por los callejones, iglesias y palacios de la “Old Town” medieval, y hasta llegar a las elegantes avenidas y magníficos jardines de la “New Town” de la Ilustración. Edimburgo concentra el poder político, cultural y financiero de Escocia, y también algunas de sus postales urbanas más fotogénicas, como la que se consigue desde la colina de Calton Hill.
2. Vida nocturna en Glasgow
A solo una hora en coche de la capital, Glasgow es la ciudad más poblada de Escocia, y también la más industrial, dinámica y activa. Además de la imponente High Kirk o catedral de Glasgow, soberbio ejemplo del gótico escocés, el patrimonio más relevante de la ciudad se sitúa en la zona de Merchant City, edificada en el siglo XVIII. También es interesante visitar el legado de Charles Rennie Mackintosh, arquitecto modernista que construyó diversas obras en la ciudad, como la Escuela de Arte o el salón de té Willow Tearooms. Pero, sin duda, el principal atractivo de Glasgow es su vida nocturna y musical: centenares de bandas y grupos de éxito han surgido de la su escena de pubs y salas de concierto.
3. Naturaleza en el lago Lomond y los Trossachs
Una primera incursión en la naturaleza y la vida salvaje de Escocia puede ser visitar el Parque Nacional del lago Lomond y los Trossachs. El primer parque nacional escocés, a menos de una hora en coche desde Glasgow, es un fascinante paraíso para todos aquellos amantes de la belleza romántica perfectamente descrita por Walter Scott en el siglo XIX: lagos brillantes, pequeños valles, colinas ondulantes, cumbres rocosas, bosques tranquilos y pueblecitos acogedores donde se ofrecen numerosas opciones de ocio, desde kayak o pesca hasta senderismo. El cercano castillo de Stirling, impresionante fortificación del siglo XIV, aporta también a este lugar el sabor de la historia de Escocia.
4. Whisky en Fort William y las Islas Hébridas
Continuando la ruta en coche dirección noroeste, pronto aparece la pequeña ciudad de Fort William, punto de entrada a las Tierras Altas. Paisajes tan increíbles como el valle de Glencoe o el pico Ben Nevis, la montaña más alta del Reino Unido, son el decorado perfecto para visitar alguna de las numerosas destilerías del producto nacional escocés: el whisky. Los valles, montañas, cascadas y pintorescas poblaciones pesqueras de esta parte de la costa oeste de Escocia se reproducen con idéntica belleza en las Islas Hébridas, separadas a poca distancia en ferry: algunas de las islas más bonitas son Skye, Mull, Islay o Lewis, y merecen un desvío para conocer la Escocia profunda y sus whiskies más auténticos.
5. Paisajes de cine en las Highlands
La mejor forma de recorrer las Highlands en coche es por la North Coast 500, ruta diseñada especialmente para cruzar la parte más salvaje, indómita y remota del país. Con un trazado circular de unos 800 kilómetros que se pueden hacer al completo o por etapas, la North Coast 500 atraviesa montañas, lagos, estepas infinitas y pastos verdes que llegan hasta el Mar del Norte, fantasmagóricos castillos en ruinas y toda la diversidad ecológica de la parte más natural y menos poblada de Escocia, escenario de películas como Rob Roy o Braveheart. Un paraíso para el conductor donde ver sitios tan especiales como Ullapool, Thurso o John o’ Groats, y donde poder disfrutar a tu ritmo de cada rincón del paisaje.
6. Monstruos en el lago Ness
Finalmente, ya bajando en coche por la costa este de Escocia, llega Inverness, el centro neurálgico de las Highlands, además de ser su capital cultural y ciudad más grande. No podemos dejar de admirar su centro histórico y, por supuesto... ¡a Nessie! Este animal legendario, que bien podría ser una criatura remanente de tiempos prehistóricos o simplemente producto del marketing turístico, vive en el famoso lago Ness, el más profundo del Reino Unido, que esconde los secretos del monstruo bajo unas aguas especialmente oscuras por efecto de su fondo cargado de turba. En todo caso, las orillas de este enigmático y precioso lago, a solo tres horas en coche de Edimburgo, merecen una simpática visita.
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