A menudo, cuando hacemos un viaje a alguna región en vías de desarrollo, tenemos la sensación de que podríamos ayudar al territorio y a su gente de alguna manera mejor que con nuestra mera presencia como viajeros ocasionales. Las vacaciones solidarias son una opción perfecta para combinar turismo con alguna actividad que impulse el desarrollo económico, social o sanitario del lugar que visitamos.
Con unas vacaciones solidarias, dedicamos nuestro tiempo libre en beneficio de los otros y hacemos una apuesta por el progreso de las comunidades locales colaborando en un proyecto concreto y tangible. Para el viajero, además, supone un modo de conocer la realidad de un país de forma diferente y muy cercana, visitar lugares que de otra manera serían poco accesibles y entrar en contacto con su población de una forma más real y auténtica.
Ahora bien, ¿qué debemos tener en cuenta cuando decidimos hacer unas vacaciones solidarias? ¿Qué proyecte escogemos? ¿Qué podemos esperar? Te indicamos una lista de consejos a tener en cuenta para planificar tus vacaciones solidarias.
1. Piensa en qué quieres ayudar
Hay tantas causas en el mundo con las que puedes colaborar como problemas para solucionar: solo hace falta que definas tus prioridades. Puedes dedicar tu tiempo a hacer un voluntariado medioambiental, cultural, social, educacional o sanitario. A parte de tus intereses, debes tener en cuenta también tus aptitudes y tu currículum: cuanta más calificación tengas, podrás aspirar a llevar a cabo tareas más complejas.
2. Escoge dónde quieres ir
Desde el desierto del Sáhara Occidental al Caribe de Costa Rica o el Himalaya del Nepal, tienes todo un planeta a tu alcance para disfrutar de tus vacaciones solidarias. Valora diversas variables que pueden ser importantes, como la climatología del destino, la lengua que se habla, la distancia que quieras recorrer, tu disponibilidad de fechas y el presupuesto que tengas.
3. Elige el proyecto
No es fácil encontrar una organización no gubernamental (ONG) que tenga la garantía de ser seria y solvente. Confía en ONG que tengan experiencia en vacaciones solidarias y contacta con ellas para ver las opciones de voluntariado que ofrecen. Procura contactar con viajeros que hayan colaborado antes, acuerda todo por escrito antes de trasladarte, especialmente lo referido a las labores que llevarás a cabo y a los costes del viaje y el alojamiento, y trata de que siempre haya una persona de contacto que esté accesible si lo necesitas. Si eres un médico o médica del Colegio de Médicos de Barcelona, recuerda que la Sección de Médicos Cooperadores puede orientarte en este sentido. Una opción conveniente es consultar a tu agencia de viajes para que organice unas vacaciones solidarias a tu medida.
4. Disfruta de la experiencia
Una vez en tu destino, aprende valores como la diversidad, la solidaridad y la cooperación y prepárate a vivir una experiencia humana emotiva e irrepetible. No te dejes vencer por la frustración o por unas expectativas demasiado ambiciosas: por poco que te parezca que hagas, estarás aportando tu granito de arena para mejorar la calidad de vida de las persones del lugar donde estés. Procura hacer un uso responsable de los recursos medioambientales y favorecer la economía local. Y, para estar tranquilo, contrata un seguro que cubra cualquier incidencia que pueda surgir durante tu estancia.
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