La mitología griega se basa en un conjunto de dioses que son inmortales y poderosos, pero tienen un carácter inconfundiblemente humano. De esta forma, sus doce divinidades principales protagonizan leyendas basadas en pasiones como el amor, los celos, la ira o la venganza. Estas historias y mitos nos han llegado hasta el presente y tienen lugar tanto en la Grecia peninsular como en sus numerosas islas. Repasamos cinco de los escenarios de las leyendas más conocidas de la mitología griega que puedes visitar en la actualidad.
1. El monte Olimpo y la residencia de los dioses
La montaña más alta de Grecia, con sus 2.918 metros de altura, es el monte Olimpo. Situado entre las regiones de Tesalia y Macedonia y reserva de la biosfera desde 1981, este macizo es conocido por ser la residencia mítica de los principales dioses del panteón griego. Los antiguos griegos consideraban que en la cima del Olimpo había una ciudad cerrada con puertas que sobresalía por encima de las nubes y con mansiones que habitaban sus doce dioses más importantes. Estas residencias eran de cristal, según explica la leyenda, para que los dioses y diosas pudieran vigilar desde las alturas el comportamiento de los mortales.
2. Atenas y la diosa Palas Atenea
Atenas es la capital de Grecia y alberga la sede de algunos de sus monumentos más espectaculares, como el Partenón o el Museo Arqueológico Nacional. El nombre de la ciudad proviene de Palas Atenea, diosa de la guerra, la justicia, la sabiduría, la inteligencia, las ciencias y las artes. Atenea fue elegida patrona de Atenas tras ganar una competición con Poseidón, dios de los océanos, para hacer el regalo más provechoso a sus habitantes y conseguir así el favor de la ciudad. Poseidón abrió en la ciudad un pozo de agua inagotable, pero, al ser el dios del mar, era salada y resultaba imbebible. Atenea, en cambio, hizo nacer un olivo.
3. Delfos y su oráculo
Al pie del Parnaso, montaña que era residencia mitológica del dios Apolo y de las Musas, se ubica la ciudad de Delfos. Considerada "el ombligo del mundo", Delfos era sede y santuario de su famoso Oráculo, uno de los complejos religiosos más importantes de la antigüedad. En este templo, la Pitia o Pitonisa masticaba hojas de laurel, se situaba sobre una grieta del terreno e inhalaba los vapores que emanaban de ella para entrar en tránsito inspirada por Apolo y dar respuestas proféticas a las consultas de los peregrinos de toda la Hélade. Actualmente, es uno de los templos más impresionantes que se conservan en el sur de Grecia.
4. Cnosos y el laberinto del minotauro
El palacio de Cnosos es una espléndida residencia real situada en la isla de Creta. Recorrer sus estancias lujosamente decoradas es realizar un viaje atrás de 3.000 años para conocer la civilización minoica. Contaba con unas 1.300 habitaciones organizadas en torno a un patio central y conectadas entre sí con un sofisticado sistema de pasillos. No es extraño, pues, que sirviera de inspiración para el mito del laberinto que construyó el rey Minos para encerrar al monstruo Minotauro, que se alimentaba de doncellas hasta que Teseo, quien pudo entrar y salir del laberinto gracias a un hilo que le dio Ariadna, le dio muerte.
5. Ítaca y el viaje de Ulises
La pequeña isla jónica de Ítaca es universalmente conocida por ser la patria de Ulises, mítico protagonista de la Odisea, uno de los relatos fundacionales de la literatura occidental que narra su regreso a casa después de luchar diez años en la guerra de Troya. Este regreso a casa se prolongó durante diez años más, durante los cuales Ulises (también llamado Odiseo) vivió increíbles aventuras. Al llegar a la isla de donde era rey y reclamar su corona, se disfrazó de mendigo para luchar contra los pretendientes que competían por la mano de su esposa fiel, Penélope, y logró matarlos con la ayuda de su hijo Telémaco.
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