¿Qué es la aurora boreal y dónde la puedes ver?

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17 oct. 2019

Las auroras son un fenómeno lumínico que se presenta en el cielo nocturno de las zonas polares: si se producen en el hemisferio norte, se llaman boreales; si son en el hemisferio sur, australes. La mejor época del año para poder avistar la aurora boreal va de octubre a marzo, pero durante los meses de diciembre, enero y febrero, cuando las noches duran más, las escasas horas de luz permiten a la aurora boreal lucir en todo su esplendor. En la mayoría de las ocasiones predomina el color verde, pero dependiendo del ángulo de incidencia podemos observar tonos rojos, azules o violetas. La duración es variable: desde pocos minutos a horas enteras.

Como explicación mitológica, en la antigüedad, los chinos y vikingos atribuían a la aurora boreal un significado divino y la asociaban a dioses o a serpientes y dragones de fuego. Su nombre, de hecho, deriva de Aurora, la diosa romana del amanecer, y Bóreas, el dios griego del viento del norte. Como explicación científica, sin embargo, las auroras boreales son en realidad producto de la radiación que emite el sol y que, cuando llega a la Tierra, es desviada por el campo magnético de nuestro planeta hacia los Polos. Las partículas de helio del viento solar colisionan con el oxígeno y el nitrógeno de las capas altas de la atmósfera terrestre y reaccionan produciendo energía en forma de luz que se extiende por todo el cielo.

A menudo se dice que las llamadas “luces del norte” son el espectáculo natural más hermoso del mundo. Eso sí, si quieres verlas prepara un buen equipo: los mejores sitios para contemplar la aurora boreal son lugares extremadamente fríos y necesitarás ropa térmica, calentadores de manos y pies y alguna bebida caliente. Muchas veces este equipo se puede contratar con el viaje. Disfrutar de la aurora boreal, pues, es tan fácil como mirar hacia el norte en zonas poco iluminadas y dejarse embelesar... Sólo hace falta escoger entre cualquiera de las destinaciones que te presentamos a continuación.

 

Grotta Islandia

1.    Islandia

La isla nórdica, conocida por sus paisajes indómitos llenos de volcanes, cascadas y géiseres, ofrece algunas de las auroras boreales más maravillosas del mundo. Sin ir demasiado lejos del centro de Reikiavik, podrás encontrar zonas con muy poca contaminación lumínica como el faro de Grótta en la península de Seltjarnarnes, al noroeste de la capital, o los parques y bosques de Öskjuhlíð o Laugardalur. Si quieres una experiencia más cercana a la naturaleza, puedes alquilar un coche para ir en busca de la aurora boreal o, mejor todavía, reservar un tour para viajar por el norte de la isla con un experto que conduzca de noche por ti, revise el pronóstico de nubosidad y vigile cuándo y dónde es el lugar más propicio para verla. Hay excursiones económicas en autocar o bien en jeep, con la ventaja de ser para grupos más pequeños y personalizados y de llegar a lugares más inaccesibles.

 

Alaska 

2.    Alaska

Toda la espectacularidad de las auroras boreales está a tu alcance también desde la remota e imponente Alaska, el estado norteamericano más salvaje. Fairbanks es la principal ciudad del centro de Alaska, y concentra la mayor variedad de opciones para poder avistar la aurora boreal en Estados Unidos: puedes explorar las brillantes cortinas de luz en un paseo nocturno en un trineo tirado por perros, bañándote en termas naturales, en una excursión panorámica en moto de nieve, desde la comodidad de una cabaña climatizada en medio del bosque o incluso volando en avioneta por encima del círculo polar ártico. Y para ver auroras boreales en un entorno absolutamente único, visita el espectacular Parque Nacional de Denali, una reserva natural de más de 24.000 kilómetros cuadrados de territorio virgen que incluye el monte McKinley, el más alto de Norteamérica.

 

Noruega

3.    Noruega

El norte de Noruega es uno de los lugares más cómodos y accesibles para observar la aurora boreal, ya que al incomparable marco geográfico se añade una población de casi medio millón de habitantes, hecho que garantiza multitud de opciones de hostelería, actividades y servicios para hacer de tu viaje en busca de auroras una experiencia completa. Puedes ver las maravillosas luces del norte en Tromsø, una encantadora ciudad de 70.000 habitantes que es, además, un importante centro cultural, o bien en destinos más tranquilos, como las mágicas Islas Lofoten. Y si te quieres sentir como un auténtico explorador del Ártico, tu lugar son las Islas Svalbard, a medio camino entre la Noruega continental y el Polo Norte, donde podrás ver la aurora boreal adentrado en espectaculares paisajes nevados poblados por osos polares.

 

Canada 

4.    Canadá

El inmenso país del norte de america es una de las destinaciones más deseadas para los que quieren ver auroras boreales. Algunas de les localizaciones más famosas de Canadá para admirar las luces del norte incluyen la experiencia de dormir en un tipi en mitad del bosque en Yellowknife (en el estado de Nortwest Territories), hacer una inmersión en la cultura inuit en Iqaluit (en la isla de Baffin, dentro del territorio esquimal autónomo de Nunavut), u observar la aurora boreal sumergido hasta la nariz en las aguas termales de Takhini, en Whitehorse (estado de Yukon). El destino estrella, sin embargo, es el pueblo de Churchill (Manitoba), ya que ofrece la posibilidad de ver la aurora boreal hasta 300 días al año. Cualquiera de estas magníficas destinaciones ofrece también el encanto de la vida salvaje del Ártico: excursiones con trineos de perros o motos de nieve, avistamiento de caribús y osos polares y paisajes espectaculares.

 

Escocia 

5.    Escocia

Para acabar, la demostración de que no solo hay auroras boreales a nuestro alcance después de recorrer miles de kilómetros: Escocia es la opción más cercana y económica para admirar a los “merry dancers” o bailarines felices, como se las llama allí. Si la aurora boreal es especialmente potente, es visible incluso desde el Arthur’s Seat, a las afueras de Edimburgo. De todas maneras, para estar más seguro de poder verla, puedes viajar a la isla de Lewis, en la costa noroeste de Escocia, o bien allí donde el carácter escocés se mezcla con la herencia escandinava: las Islas Orcadas y las Islas Shetland, los territorios más septentrionales. Aprovecha una visita a estos archipiélagos para descubrir sus impresionantes paisajes, sus enigmáticos restos arqueológicos, su magnífica gastronomía y la gran variedad de fauna que reside en ellas, especialmente el simpático e icónico frailecillo.

 

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